Hugo
Piba luz. Loquita linda. Chiflada. Niña luz. De todas esas formas me habías bautizado con una sonrisita cómplice entre dientes. ¡Y cómo voy a extrañar esos apodos que me hacían cosquillitas en el pecho! Reviso mails que nos habíamos pasado. Encuentro que al leer uno de los tuyos, se empaña la pantalla de golpe cuando se me meten tus palabras: “simplemente quiero vivir y ofrecer vivir una vida más linda ”. El 13 de octubre, cuando ya no me contestabas los mails, encuentro un mail mío en el que te cuento: “Soñé que hablaba con vos y estabas tan tan tan bien, y tan feliz ¡y tan lleno de luz! Me desperté feliz con esa certeza. ” Y hoy sé que es así. Que estás en ese lugar lindo que tanto anhelabas , y que te llevaste toda esa luz, toda esa música, toda esa supercabeza y esa sonrisa que partía al medio ese cuerpo flaquito y largo. Me queda tu música, unos dvds fantásticos escritos en indeleble con tu puño y letra, y tu sonrisa de niño feliz. Te voy a extrañar. ¡Ah! ...