Nunca se está solo. Nunca se está solo físicamente. En ninguna parte. Siempre se está en alguna parte. Se oyen ruidos en la cocina, los de la tele, o de la radio, en los apartamentos vecinos, y en todo el inmueble. Sobre todo cuando nunca se ha pedido silencio como siempre he hecho yo.   

*Margarite Duras, Escribir 

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