El pez también inverna


*Lo que sigue es un pequeño relato que improvisé el martes 27 de marzo de 2012 para el ciclo de cine Ojo de Pez, que anunciaba su función de cierre para el día siguiente.


El pez también inverna

Esta mañana, de cara al solcito otoñal, esperaba el tren como todos los días para ir al laburo. En el ipod entonces me sorprende “All you need is love”. Trillado, simplísimo. Tuve el reflejo de cambiarlo pero me contuve y lo dejé. Pensé si alguna vez voy a tener un amor como el de Yoko y John. En mi cabeza aparecieron fundidas las imágenes de ellos desnudos, las miradas, el amor que todo lo puede. Claro que no puedo dejar de ser yo. Y esa dulzura mucho no me dura. Así la vida no es. “Fue perfecto que a Lennon lo mataran”, pensé. Así la imagen del amor en su pico de idiotez quedó congelada.

Si hoy viviera Lennon, se hubiese divorciado.

Y es así que todo termina. Y sí, ya sabemos que es mejor prenderse fuego que, ¿cómo era?.. digamos, que morir viejo choto arrugado amargo con la piel blanda y rechazado por el planeta entero.

Y sí, estoy triste porque el ciclo Ojo de Pez ya no está. Porque por ellos aparecí en el Matienzo. Y una vez, sin saberlo, compartí ese espacio viendo una peli con un chico que después fue mi novio. Y eso también se terminó.

De todo lo que decimos, de todo lo que no podemos decir, de todo lo que guardamos, de todo lo que quiere salir y no sale, de todo eso se supone que el pez muere. No creo que este sea el caso. La parte que importa acá del pez es el ojo, no la boca.

Y que cierre los ojos no quiere decir que muera. El pez también inverna. Ojalá que él también tenga a alguien para hacer cucharita.

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