La soledad es el camino más cobarde

01.04.2012

Cómo es que tu alma puede volver a sentirse viva de repente, y disparar ganas de vivir a todo tu cuerpo; y cómo es que tu ser puede resplandecer tan de golpe y encandilar hasta lo que no se ve, a causa de una simple mirada, un abrazo intenso prolongado en el tiempo, un pertenecer en el otro, un sentimiento (una realidad) de paz y una electricidad incesante entre dos personas. No puedo terminar de entenderlo. Es la droga más fuerte de todas. Inconfundible sentirse tan bien y tan pleno. Y ahora la puta ansiedad y la abstinencia. Y un temor inmenso de no volver a sentir esto nunca más. Ganas. Ganas de vos. Sentirme incompleta o inútil, no funcional acá sola. No tiene sentido un existir deambulando en mi propio ser después de haber vivido en otro y encontrado ese lugar. Cómo hago para matar la ansiedad, para que el tiempo pase sin que piense que cada minuto muerto puede haber sido un minuto de ascensión, de elevarme con vos. Cómo hago para no sentirme idiota, adolescente, vulnerable, aterrada. No puedo más que esperarte.
Si creyera en un Dios, rezaría para hacerte estar acá.
Si creyera en mí, no tendría tanto miedo.
Si sólo tuviera la certeza de que viviste lo que yo...
Abstinencia. Y no puedo más que esperarte.
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